Hotel El Rincón de las Hoces del Duratón Burgomillodo, Burgomillodo

El hotel se encuentra en un pueblo muy pequeño, rodeado de una hermosa iglesia antigua y un monasterio. Las habitaciones son amplias y limpias, aunque un poco frescas por la falta de aire acondicionado. El personal es increíblemente amable y servicial, lo que se siente acogedor. Sin embargo, el desayuno empieza un poco tarde, lo cual puede ser un inconveniente si tienes planes temprano. En general, es una buena opción si buscas un lugar tranquilo y con encanto, pero es mejor ir preparado para las temperaturas frescas de la noche.

El hotel tiene una ubicación encantadora en un pequeño pueblo, rodeado de naturaleza y con gente amable. Las habitaciones son amplias y limpias, aunque no cuentan con ducha separada, lo cual podría mejorar la experiencia. El desayuno es variado y delicioso, pero me habría encantado más opciones. En general, siento que el precio es justo por lo que ofrecen, aunque algunos aspectos podrían mejorarse.

El hotel está en una ubicación increíble, en un pueblo muy pequeño con una iglesia antigua y monasterio. Las habitaciones eran muy limpias y cómodas, pero la falta de aire acondicionado se notó un poco. El servicio fue excepcional, con personal muy amable y atento. La opción de comida en el restaurante era buena, aunque no siempre fácil de acceder. En general, considero que la relación calidad-precio fue aceptable.

El hotel se encuentra en un pueblo muy pequeño, pero la ubicación es excelente para explorar los lugares interesantes de la zona. Las habitaciones son rústicas, limpias y bien decoradas, aunque carecían de aire acondicionado, algo que no fue un gran problema ya que las noches son frescas. El servicio fue muy amable y atento, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más agradable. No obstante, el restaurante estaba cerrado a nuestra llegada y eso fue un poco inconveniente.

El hotel se encuentra en un pueblo muy pequeño con encanto, rodeado de lugares interesantes, como iglesias antiguas y monasterios. Las habitaciones son limpias y ordenadas, aunque un poco incómodas sin aire acondicionado. El servicio fue excepcional, con un personal amable y atento. Sin embargo, la experiencia culinaria podría mejorar, ya que el desayuno comienza tarde y no hay mucha variedad. En general, es un lugar acogedor pero con algunas limitaciones en la comodidad y opciones de comidas.

El hotel se encuentra en una ubicación encantadora, en un pueblo pequeño con una iglesia antigua y un monasterio impresionante. Las habitaciones eran muy cómodas y estaban limpias, y el personal fue excepcionalmente amable. Sin embargo, la experiencia de la cena no fue la mejor, ya que el restaurante estaba cerrado a mi llegada. Aun así, el precio era bastante bueno para lo que ofrecen.

El hotel se encuentra en un pueblo muy pequeño, rodeado de un paisaje impresionante con una iglesia antigua y un monasterio. Las habitaciones son cómodas, aunque podría mejorar la climatización, ya que no cuentan con aire acondicionado. El servicio fue excepcional, el personal fue muy amable y atento. La comida fue deliciosa pero el desayuno solo comenzó a las 9 de la mañana, lo cual fue un poco tardío para mí. En general, fue una buena experiencia, pero hay algunos aspectos que podrían ajustarse.

El hotel está en un pueblo muy pequeño, lo que le da un toque rústico y auténtico. Las habitaciones son acogedoras y limpias, aunque carecen de aire acondicionado, algo que no fue un gran problema ya que las temperaturas por la noche son agradables. La atención del personal fue excepcional y muy amigable. La experiencia gastronómica fue buena, pero el horario del desayuno podría ser más temprano. En general, es un lugar con buena relación calidad-precio, pero hay detalles que podrían mejorar.

El hotel está ubicado en un pueblo muy pequeño y encantador, perfecto para quienes buscan tranquilidad. Las habitaciones son limpias y cómodas, y el personal es extremadamente amable y atento. Sin embargo, la falta de aire acondicionado puede ser un inconveniente en los días más cálidos. La experiencia gastronómica fue realmente buena, pero el restaurante estaba cerrado a mi llegada.

El hotel está en una ubicación fantástica, justo al lado de una presa y en un pueblo muy pequeño con encanto. Las habitaciones son limpias y cómodas, aunque no tienen ducha separada. El personal es muy amable y se esfuerza por ayudar. Sin embargo, el restaurante estaba cerrado a mi llegada, lo que fue un poco decepcionante. A pesar de esto, el ambiente rústico del lugar lo hace especial y el precio es razonable.